sábado, 27 de octubre de 2007

De la cuna a la cuna-"Cradle to cradle"

El otro día de entre todos los docus que me trago a diario, vi uno que me pareció muy interesante, un documental que trataba sobre un arquitecto llamado William McDonough, y es que tenía un concepto de sostenibilidad de lo mas acertado, que nunca he visto.
Pero bueno mucha gente antes que yo ha hablado de esto en la red, por lo que no voy a intentar reeinventar la rueda y os pegaré lo que vi por ahí.




Cradle to cradle

Superar la ecoeficiencia para allanar el camino a la ecoefectividad
Está claro que nadie duda como alternativa ecológica aquella que predica: reducir, evitar, minimizar, sostener, limitar, detener. Estos términos han sido los básicos en la mayoría de las consideraciones ambientales de la industria actual la cual buscando un salida a la crisis de recursos naturales y energía se propuso ser más eficiente. La ecoeficiencia significa “hacer más con menos”, un precepto que en términos ecológicos no es nada aconsejable, puesto que aunque es un concepto aparentemente admirable, incluso noble, no es una estrategia de éxito a largo plazo, porque no va suficientemente a las raíces. Ser eficientes desde dentro del mismo sistema tan sólo ralentiza el problema aunque se pongan prescripciones morales y medidas coercitivas. Con el actual concepto de ecoeficiencia no se puede salvar el medio ambiente supone ya que supone apoyar que la industria acabe con todo, de forma callada, persistente y completamente. Esta es la tesis del libro Cradle to cradle (De la cuna a la cuna).
El término eco-eficiencia fue oficialmente promovido por el Business Council for Sustainable Development (Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible), un grupo de 48 promotores industriales que incluía industrias nada ecológicas como Dow Chemical o DuPont entre otras. Se debe a este grupo las famosas tres “R” del movimiento –reducir, reutilizar, reciclar– que tan populares se han hecho entre la vanguardia ecologista. Evidentemente, reducir el consumo de recursos, el uso de energía, las emisiones y los residuos resulta también beneficioso para el medio ambiente –y para la moral de las personas, pero hay que insistir que
tan sólo alarga la agonía del sistema.
En nombre de la ecoeficiencia se ha propuesto limitar la cantidad de emisiones peligrosas, producida por la industria. Sin embargo, al ritmo actual puede ser que no se asuficiente para evitar las desastrosas consecuencias para los ecosistemas. Reutililzar residuos por parte de algunas industrias es encomiable pero no evita la propia toxicidad de los mismos durante su manipulación. En muchos casos casos esta “reutilización” tan sólo sirve para trasladar el problema de un sitio a otro.
Debemos admitir que nuestro mundo sobrevivie con diseños que son destructivos y poco inteligentes. Podemos promover normas pero en realidad como lo demuestra la “compra venta de emisiones” propuesta por el propio Protocolo de Kioto no hacemos más que legalizar licencias para dañar. Este permiso puede autorizar que una papelera en el sudeste asiático pueda verter productos clorados a las aguas y provocar enfermedades a la población local, destruir los ecosistemas y estará dentro de la legalidad.
Evidentemente la ecoeficiencia permite, aplicada a una vivienda ahorrar energía, gracias al aislamiento en paredes y ventanas reduciendo así la carga sobre los sistemas de aire acondicionado del edificio para su refrigeración, y por ende disminuyendo la cantidad de energía utilizada proveniente de combustibles fósiles. Pero no parte de la idea clave que está en el diseño mismo de la propia vivienda.
La diferencia entre un edificio ecoeficiente y la eco-efectividad, es la que existe entre una vivienda iluminada con bombillas fluorescentes compactas de baja consumo (porque ha tiene ventanas pequeñas, está mal orientada, etc.) o la que ha sido diseñada para que sea soleada, repleta de luz natural y aire fresco, en definitiva agradable para vivir.
La ecoeficiencia no cuestiona las prácticas y métodos básicos que hasta ahora han contribuido a degradar el planeta aunque gracias a la misma lo hagamos más despacio. Por contra la eco-efectividad propugnada por de William McDonough y Michael Braungart significa trabajar sobre las cosas correctas –sobre los productos, los servicios y los sistemas correctos en lugar de hacer que las cosas incorrectas sean menos malas. Una vez que se están haciendo las cosas correctamente, entonces sí tiene sentido hacerlas “bien” con la ayudade la eficiencia, entre otras herramientas.La ecoefictividad es un nuevo paradigma para el diseño de nuestro mundo. Un diseño que abarca desde la visión d el objetivo inicial hasta el producto o sistema que lo compone hasta considerar la totalidad. En realidad la perspectiva eco-efectiva es una innovación tan extremada que provoca algo completamente distinto a lo ya conocido. No propone soluciones necesariamente radicales, sino un cambio de perspectiva.
Una nueva perspectiva que debe seguir y conservar los ciclos de la naturaleza y que debe verse no tanto como una disciplina como una declaración de compromiso.
En Cradle to cradle. Rediseñando la forma en que hacemos las cosas, los autores del término eco-efectividad lo sintetizan en los siguientes puntos:
• construcciones que, al igual que los árboles, produzcan más energía de la que consumen y depuren sus propias aguas residuales.
• factorías que produzcan como efluente agua potable.
• productos que, una vez finalizada su vida útil, no se conviertan en basura inútil, sino que puedan ser devueltos al suelo para que se descompongan y se conviertan en alimentos para plantas y animales y en nutrientes para la tierra; o, en caso contrario, que puedan ser reincorporados a los ciclos industriales para proporcionar materias primas de alta calidad para nuevos productos.
• materiales por valor de miles de millones, incluso de billones de dólares, recuperados anualmente para usos humanos y naturales.
• medios de transporte que mejoraran la calidad de vida al tiempo que distribuyen productos y servicios.
• un mundo de abundancia, y no uno de limitaciones, polución y desechos.

Existe un libro que se llama "De la cuna a la cuna" intentaré hacerme con él y ya os contaré que me parece.
Un brazo a todos!

viernes, 12 de octubre de 2007

Bendito google




Bueno no podría ser de otra forma, empezar mi blog dando gracias a todo el equipo de google y todo esto, pues la verdad ponen a la disposición de los usuarios muchísimas herramientas gratuitas para crear tu propia página web, tu blog, tu foro, tu cuenta de correo... en fin y sin pagar un duro. Si alguien tiene ganas de hacer algo de esto y o no se decide o no sabe muy bien cómo que me pregunte.
http://www.sangoogle.com/


Un saludo!

PD: Aquí podréis ver todo lo que me hice.